Se abre la sesión,

18 abr 2012

"El fugitivo" Stephen King (Richard Bachman)

Antes de comenzar, he de confesar que soy una declarada y acérrima fan de Stephen King. Desde el primer libro que leí hasta el último, nunca me ha decepcionado ni ha dejado de sorprenderme con sus historias. Y esta no es una excepción. Para aquellos que solamente le conozcan de nombre, bueno, no puedo hacer más que recomendarles fervientemente que le den una oportunidad.
Cuando descubrí este libro, apenas pude esperar a tenerlo en mis manos para empezar a leerlo, tarea en la que empleé un día y medio y las uñas de una mano, completamente absorta por él. Pero no vamos a hablar de mí. Sin más preámbulos, les presento la frenética historia de "El fugitivo".


Esta novela pertenece a ese género tan polémico que son las distopías (o antiutopías), que se refiere, básicamente, a las utopías negativas. Un género que suele ir de la mano con la ciencia ficción, y así lo hace también en este caso. La acción está situada en un futuro no muy lejano, y como toda buena distopía debe hacer, muestra un mundo hipotético al que podría llegar la humanidad, no demasiado agradable.

La crítica más brutal es hacia los medios de comunicación de masas (concretamente a la televisión, llamada aquí librevisión como una pequeña ironía), y de ahí sale el argumento de la novela. Ben Richards es un hombre de 28 años, que vive en la zona pobre de su ciudad. En un mundo con unas desigualdades muy marcadas esto significa que más que vivir, malvive, especialmente cuando le es imposible encontrar un trabajo y debe enfrentarse al fantasma del paro. Pero esto se hace insostenible cuando Cathy, su hija de 18 meses, cae enferma de gripe y necesita urgentemente un médico. Richards decide dar el todo por el todo y se presenta para participar en uno de los concursos televisivos que constituyen el mayor entretenimiento del país. Los concursos han degenerado hasta ser una suerte de arena de circo en la que los espectadores pueden contemplar el sufrimiento humano, y los participantes resultan frecuentemente heridos de gravedad o incluso muertos. "El fugitivo" es el más famoso de ellos, sin haber tenido nunca ningún superviviente. En este "concurso", el participante es perseguido por la nación entera, existiendo incluso un equipo de policía especializado en buscarle. Debe aguantar huyendo durante 30 días, y si le encuentran, le matarán de la forma más espectacular posible.

El ritmo de la narración es tan frenético como la persecución de la que habla. En todo momento mantiene al lector pegado a la página, sudando y temblando, al igual que si él fuese el fugitivo. Es una historia centrada en el protagonista, es el único al que se conoce en realidad, ya que la psicología de los demás personajes no es desarrollada. Pero la complejidad en las reacciones de éste es un mundo entero: la necesidad de sobrevivir, la desconfianza, la ira... son solamente una pequeña parte de lo que experimenta.
Es un libro muy violento, eso hay que dejarlo claro en todo momento. Teniendo en cuenta el argumento, esto es bastante lógico. Una de las características de Stephen King, que tiene un gran ejemplo en este libro, es que no se corta con la descripción de las escenas violentas, sino que casi se recrea en ellas, mostrando toda la crudeza del instante, sin medias tintas ni maquillajes. También se tratan temas como la contaminación del aire, las protestas contra un sistema en crisis e injusto, e incluso de refilón hay pequeñas alusiones a la bondad y la inocencia.

En lo técnico, es un libro bastante sencillo, sin una sintaxis ni un vocabulario demasiado rebuscados, lo que hace que su lectura, desde este punto de vista, sea apta para cualquier tipo de lector. El clima general que crea con las descripciones y las palabras utilizadas es fundamentalmente de desesperación: miseria, violencia y perversión se desprenden de cada una de las frases que componen la historia. El estilo en general es el típico de Stephen King, con su forma de escribir tan particular, que (por lo menos a mí) engancha.

¿En contra? No puedo decir nada, a no ser que alguno de los aspectos descritos anteriormente no sean del gusto del lector. Por lo demás, Es una obra soberbia, con giros trepidantes que hacen más vertiginosa aún la lectura. El final merece la pena. Mucho. Y mejor no decir más acerca de eso.

Sólo me queda recomendarlo, recomendarlo y recomendarlo a absolutamente todas las personas que se vean capaces de mirar de frente a frente el lado más oscuro de la sociedad y acompañar a Ben Richards en su huida sin desfallecer en el intento.

El veredicto es un 9,5 ¿Por qué no un 10, os preguntaréis? bueno, en realidad se lo merecería, pero me hubiese gustado una mayor extensión y a lo mejor un pelín más de profundidad a la hora de describir la psicología del personaje principal.

Señoras y caballeros... muchas gracias por su atención. Se cierra la sesión.

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