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4 feb 2015

"La novia ladrona" Margaret Atwood

"Mientras tanto, las Zenias de este mundo andan sueltas por la vida, dedicándose a su oficio, limpiando los bolsillos masculinos, satisfaciendo las fantasías masculinas. Las fantasías masculinas, las fantasías masculinas, ¿es que todo gira en torno a las fantasías masculinas? En lo alto de un pedestal o hincada de rodillas, todo es una fantasía masculina: que eres bastante fuerte para aguantar lo que ellos te echen o demasiado débil para hacer nada al respecto. (...). Las Zenias de este mundo han estudiado la situación y han encontrado la manera de sacarle provecho; no se han dejado moldear según las fantasías masculinas, lo han hecho ellas mismas."
Margaret Atwood "La novia ladrona" (Roz)


¿Qué puedo decir? Si el nombre de Margaret Atwood no habla por si mismo, lo hará el libro que desde la primera frase ya hechiza. Hechiza como Zenia, ese personaje que apenas aparece en escena, apenas habla... pero es la protagonista indiscutible de toda la novela.

No sé cómo lo hace exactamente, pero, al igual que siempre está en un rincón de la mente de las tres amigas que llevan la narración, Zenia también se cuela en tu mente, también te engaña y te seduce hasta el punto en que, sabiendo perfectamente que es una figura realmente maligna, quieres que venza. Quieres que se salga con la suya, que gane, que hiera y mate y muerda y desgarre como solamente un ser como ella podría hacerlo. Sabes que si te encontrases frente a ella, te destrozaría como a un muñeco, tal y como hace con Tony, Roz y Charis. Sencillamente no podrías evitarlo. Por muy atenta que estuvieses, por mucho que supieses... caerías en la trampa.

Y no es que las otras tres mujeres se le queden atrás. Son tan reales, tan llenas de matices (pasado, presente, traumas, pensamientos, sueños...) y de complejidad que acabas conociéndolas mejor que a muchas personas con las que compartes tu día a día. Puedes ver a través de sus diversas capas e incluso imaginarte cómo van a actuar, aunque, como todo ser humano, a veces pueden llegar a sorprenderte. Son reales, son normales y son increíblemente especiales. Tony, historiadora aficionada a la guerra y diminuta; Charis, "reencarnación" mística de Karen, la niña con un pasado terrible; y Roz, nueva rica y mestiza, superviviente. Según avanza el relato van pareciendo cada vez más esperpénticas, pero también ganan verosimilitud porque ¿quién no es un dechado de contradicciones y absurdos en el fondo de su ser?

Las tres son mujeres fuertes, que han sido derrotadas y viven con sus derrotas, cargan con ellas, no se han liberado. Víctimas de Zenia. Porque en esta historia los hombres no son el fin, son el medio. Es una historia con traiciones, rupturas, engaños... en la que las mujeres no se pelean por los hombres, éstos son simplemente un añadido más como puede ser el dinero o la comida. O la buena fe. No cae en el tópico fácil de "unas mujeres contra otras mientras los hombres miran condescendientemente". Y este hecho es algo tan novedoso y tan original que convierte un libro en una auténtica obra maestra.
Las relaciones entre los personajes son intrincadas... está claro que Zenia despierta odio. Pero también despierta admiración, pasión, ardor... envidia, sí, pero también abnegación. Y diversión. Su forma cínica y desenfadada de ver el mundo, el misterio constante que la envuelve y que ella contribuye a reforzar; incluso sus mentiras parecen naturales: ¡nadie esperaría que alguien como Zenia dijese la verdad! Es como una fuerza de la naturaleza.
Y, como fuerza de la naturaleza, no solamente es destructiva. También tiene el poder de construir, de crear. En contradicción constante, Zenia desempeña un papel fundamental en la vida de cada una de las tres mujeres ¿a peor? ¿o no? Aunque esa es una cuestión que cada lector tendrá que descubrir por si mismo.

La forma en la que está escrita la historia es impresionante. Aparte del manejo magistral del lenguaje dándole vida propia según se utilice el punto de vista de Roz, Charis y Tony, la narración juega con los tiempos construyendo flashbacks dentro de flashbacks, revelando en cada momento lo necesario para llegar a la comprensión, a la lucidez. Así, las motivaciones de cada personaje está tan bien fundamentadas que, por retorcida que sea su lógica, sientes una empatía completa en todo momento.

En resumidas cuentas; es un libro casi redondo, el casi lo doy "casi" por ser tiquismiquis y desear un final un poco más épico. O, mejor dicho, más largo. Hay un par de asuntos que hubiesen debido estar más desarrollados... pero mientras escribo esto no dejo de pensar que este desasosiego le hubiese encantado a Zenia.

Le doy un 9'5. Y lo recomiendo a quien esté harto de personajes e historias planas y quiera leer algo con mil dimensiones. Y a todas las mujeres que alguna vez se hayan sentido débiles por el hecho de serlo.

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